Sra. Caballero lee la Biblia. |
El propósito del amor de Dios: no se
pierda. El propósito de Dios no es condenarnos sino salvarnos. Su finalidad es
la vida y no la muerte. La meta del amor de Dios: mas tenga
vida eterna. Dios es vida. Él quiere que vivamos verdaderamente; Jesucristo
vino al mundo, sufrió, murió y resucitó para que tengamos vida. Juan 10:10 el
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida y para que la tengan en abundancia.
En
Mateo 8.1-4 tenemos el relato de la curación de un leproso
que efectuó Jesús. Este relato contiene una curiosa argumentación en la
conducta de Jesús.
Jesús cura a un leproso |
EN
PRIMER LUGAR, Jesús toca al leproso. Sabemos por la legislación divina que trae
el Antiguo Testamento, que los leprosos eran considerados inmundos: eran
intocables en el sentido más puro de la palabra. La lepra, según los cánones
hebreos, constituía una señal clara de la maldición divina. El afectado debía
vivir solo, apartado de toda compañía humana, indicando con vestimentas
rasgadas y pelo despeinado su extrema angustia. Debía taparse la boca no sea
que su aliento contamine, y debía proclamar ¡Inmundo, inmundo!
Y
Jesús… ¡le toca! Le toca antes de sanarle. Le toca como muestra de solidaridad
humana en su desdicha. Jesús rompe el aislamiento del leproso y lo vuelve a
admitir a la sociedad humana. Le toca en cuanto hombre, rechazando la soledad a
que ha sido condenado; y le toca en cuanto Dios, desmintiendo el rechazo divino
que presuntamente pesa sobre él. Pero
luego, una vez sanado, Jesús le manda dirigirse al sacerdote y cumplir los
requisitos de purificación ritual.
¿Esto
cómo se entiende? Una vez liberado de las ataduras legalistas de una
legislación que aísla al enfermo en lugar de ofrecerle el consuelo de la
compañía humana, ¿por qué volver a someterle a ella? Si según la ley Jesús
mismo ahora quedaba impuro por haber tocado a un leproso, ¿a santo de qué,
entonces, someter al ex-leproso a esa misma ley?
Mateo
nos cuenta que Jesús manda esto para testimonio a los sacerdotes.
¿En
qué consiste ese testimonio? ¿En dejar constancia del poder de Jesús? Puede
ser. Pero yo me inclino a pensar que el testimonio en cuestión no es el de
contar quién le ha sanado (cosa que el relato paralelo en Marcos 1 prohíbe)
sino que el cuerpo sano del ex-leproso dará testimonio a los sacerdotes de la
realidad de su curación. Como consecuencia de ello los sacerdotes le declararán
limpio. Una vez declarado limpio por los sacerdotes, el ex-leproso podrá volver
a la sociedad humana de la que su enfermedad le había desterrado.
Jesús
es realista. Sabe que la sociedad en general no asume su autoridad para
declarar limpio. Por el bien del ex-leproso, no insiste en que la sociedad
acepte su autoridad. Por el bien del ex-leproso, él mismo se somete a la
autoridad de las costumbres y la religión mayoritaria.
De
manera que aquí observamos dos actitudes fundamentales en Jesús: PRIMERO,
la ley divina, la religión y espiritualidad, no deben ser empleadas nunca para
excluir a un ser humano de la sociedad de sus semejantes. Nadie nunca es
intocable, no importa cuáles sean las circunstancias adversas de su vida. SEGUNDO,
siempre que sea posible debemos procurar vivir en paz y armonía con nuestro
entorno. Nuestra verdad ha de demostrarse con los hechos, ante una sociedad que
no está obligada a aceptar nuestra autoridad ni nuestra fe.
Jesús es la contestación y ejemplo a
seguir... Él es verbo no substantivo.
Debemos tener fe y Él se glorificará y hará Su Santa presencia en nosotros.
Para más información me pueden escribir a: orandooajehova@gmail.com O, localizarme en mi número
de teléfono: 813-362-4097
For more information, please email me at: orandooajehova@gmail.com
and may be reached at 813-362-4097
Diseño Gráfico, vídeos y redacción: Lázaro Castillo, Jr. http://www.lcastjr.com
For more information, please email me at: orandooajehova@gmail.com
and may be reached at 813-362-4097
Diseño Gráfico, vídeos y redacción: Lázaro Castillo, Jr. http://www.lcastjr.com